7 de Marzo de 2014. BASTA DE RESIGNADA Y MUY SUFRIDA INDEFENSIÓN DURANTE MÁS DE UN AÑO.
Humillado, acosado, traicionado pública y privadamente, vilipendiado, denostado, amenazado con querellas múltiples y de muerte... Un brutal calvario pasado en silencio que hoy desvelo harto de constante sacrificio, mientras esperamos el milagro de un fruto por todo lo trabajado este duro tiempo, junto a D. José María Ruiz-Mateos, con el objetivo de pagar a los Inversores.

domingo, 9 de marzo de 2014

¿Quien pretendió aprovecharse inhumanamente en negociaciones de alto nivel?







Siento la obligación moral de dirigirme a ti de manera pública para transparentar tu oscurantista propósito de dignificarte como hombre íntegro de ideas progresistas siendo sólo un farsante de usos desalmadamente estafadores, un parásito carroñero al acecho de tus víctimas más debilitadas para fortalecerte en la impunidad del saqueo aprovechando la ocasión de manera vil y despiadada.


Tú presumes de tanto y eres incapaz de verte en el ridículo trasfondo de tu soberbia enfermiza, dios de las infamias que declaras por tu boca; acaso la edad no sea un paliativo para excusarte tu mediocridad de espíritu y sí un agravante por ser al acumulado de los años el resultado de una demente carrera de sinvergüenza, orquestada desde el fingimiento de la honestidad inexistente y la moral más dañina con tu prójimo, por tu acostumbrada presunción de ateísmo que te impide colocar barreras a la avaricia y las codicias de tu ser certeramente malvado.


No eres solo capaz de robar un cadáver, pues tu abyección es capaz de asesinar un moribundo para robarle lo que lleva encima. No te importan tus semejantes ni la condición de la tragedia en quien la sufre. Tan ciego de ti mismo te expones presumido y sin entrañas que sólo vives para ti y tus artimañas, ésas que encubres como pragmático reputado, filántropo de pacotilla, ideólogo vergonzante que te manifiestas como un eslabón de la corrupción que históricamente aherrojó a España con la excusa de la instauración de un régimen a propósito de la igualdad y la libertad. 

En ti llevas los genes del latrocinio sin reservas y bastaba que en la actualidad se te pusiera a prueba la lealtad, la honradez, la nobleza, la piedad y la ecuanimidad, para desnudarte de todo disimulo y quedar ridículamente abrigado de tu hedionda e incalibrable altivez pergeñando la peor estafa, el mejor golpe de engaño que tu retorcida alma era capaz de perpetrar aprovechándose del drama de miles de personas necesitadas del oxígeno que tú no has dudado en racionar, sin importarte la asfixia de nadie o la muerte de los desesperados al borde del quebranto de sus resistencias.


De haber atisbado algo de tu repugnante capacidad de engañador, jamás habría ido a hablar contigo para exponerte la planificación  de pagar a los Inversores y ayudar a tu amigo José María Ruiz-Mateos que ya ha comprobado la artera disposición de tu endemoniada caradura.


He de contar públicamente, en extensa dedicación,  la correosa dignidad de tu inexistente humanidad, esa que tan bien disimulas tras la altanería de tu intelecto, la charlatanería de tus excusas para vivir de tu alimentado ego en busca del oportunismo del sablazo que muy seguramente habrá sido consigna repetida de tus mal ganadas haciendas, siendo un jugador de ventaja incapaz de escrúpulos y mañoso en eludir el descubrimiento de tus diligentes argucias.


No seré quien calle ante la repugnancia que me provoca tu avanzada edad, acorde con tu bajeza moral que has demostrado intentando apropiarte de tan desmesurado beneficio aprovechando el drama de los Inversores y la situación caótica de D. José María que, al igual que yo y otros, sabemos de qué putrefacta concepción personal estás constituido: salgan tus vergüenzas de experimentado ladrón y aflore la verdadera fama que ha de perseguirte debajo de la tierra, cuando creas que no habrá nada más que lastre tu espíritu materialista y tengas que rendir cuentas más allá de la ignorancia de tus bufonas egolatrías… pues hay Dios pese a tus ciencias enfermas y no solo será despojo tu cuerpo, sino que habrás de sentirlo igual con tu ser cuando termine tu andanza de cruel parásito que hoy denuncio por pura cuestión de Justicia; la única que por méritos propios, los otros profesionales y políticos son espejismos,  mereces.

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